Corren nuevos tiempos: ABC y La Razón van a fusionarse en una cabecera desideologizada -imagino-, mi mujer quiere sacar a la bloguera que hay en sí, miento a algunos clientes para que no me molesten con sus entrevistas radiofónicas y el escritor Javier Marías me aburre como nunca en ‘Los enamoramientos’. Pero, en Nueva Condomina, el sopor permanece inalterable. 

Lo mejor de ir a ver en directo el partido estuvo, como casi siempre, en el catering que ofrece el restaurante Venta Alegría y Embutidos Debandera en los palcos VIP. Croquetas de morcilla, bocadillos de embutido casero con un chorrito de aceite de oliva virgen extra, queso curado con almendras, empanadillas y mini cruasanes. Todo, empujado hacia el estómago con quintos de cerveza Estrella de Levante. Hasta el punto de que a algún invitado se le pudo ver guardarse en los bolsillos salchicha seca para desquitarse del hambre en la segunda parte. 

Pero, ¿y los Gold Players? Como saben, la agencia de representación de futbolistas argentinos ha colocado en Murcia a Nicolás Martínez y Mauro Dos Santos, ambos procedentes de Banfield. Aunque podrían no ser los únicos, ya que el club proyecta la llegada de otro albiceleste: Tagliafico. 

Incluso, estos agentes de la Asociación del Fútbol Argentino (AFA) van a participar en los consejos de administración, hasta el punto de que Jesús Samper los calificó públicamente de “amigos que no son los típicos representantes de futbolistas y con un proyecto en común que va para largo”. 

Cayetano Alberto Lavalle y Rubén Alejandro Bouza son las cabezas visibles de esta empresa que cuenta con una cartera de más de 50 futbolistas en Argentina y que parece ir de la mano de los hermanos Samper en busca del futuro Messi o Agüero del que sacar rendimiento económico. 

¿Cuál es la filosofía de Gold Players? Cito textualmente de su web www.goldplayers.com: 

“Invertir en futbolistas es un negocio altamente rentable; por tal motivo, asesoramos a varios grupos de inversores. Los jugadores argentinos son cada vez más codiciados por las mejores ligas del mundo. Este interés se basa en la rápida adaptación del futbolista argentino en diferentes países, en su excelente rendimiento deportivo y en su responsabilidad fuera del campo de juego”.

Reconocerán que el párrafo no tiene desperdicio: venden jugadores argentinos a la argentina. Es decir, como codiciados diamantes que se adaptan a cualquier liga y país. Y que, encima, se diferencian de los futbolistas brasileños en que ellos sí son responsables en su vida extradeportiva. 

Nosotros, los cinéfilos y los románticos del deporte, pensamos que las agencias de representantes cuentan en sus filas con tipos como Jerry Maguire. Ya saben, aquella película de los años noventa en el que Cameron Crowe mezcla el drama con la comedia y en la que los protagonistas son Tom Cruise, Cuba Gooding Jr. y Renée Zellweger. En la escena final, Jerry echa el resto en un discurso para recuperar a su mujer, con la que se ha casado hace unos meses por lealtad.

Tom Cruise (Jerry): Espera. Ok, Ok. Ok. Si aquí es donde tiene que pasar, aquí pasará. No te dejaré deshacerte de mí. ¿Qué tal? Esto solía ser mi especialidad. Ya sabes, Yo era bueno en la sala. Ellos me enviarían ahí, yo lo haría solo. Y ahora yo... Yo no sé. Pero esta noche, nuestro pequeño proyecto, nuestra empresa, tuvo una gran noche. Una gran, gran noche. Pero no estaba completa, no estaba ni cerca de estarlo, porque no pude compartirla contigo. No pude escuchar tu voz, o reír sobre ello contigo. Extraño a mi esposa. Vivimos en un mundo cínico, un mundo cínico, cínico, y trabajamos en un negocio de competidores duros. Te amo. Tú me completas. Y yo sólo...

Renée Zellweger (Dorothy): Cállate, sólo cállate, me tenías con el "Hola". Me tenías con el "Hola".

Ciertamente, vivimos en un mundo cínico y trabajamos en un negocio de competidores duros. Espero que Lavalle sea tan bueno conquistando a Samper como Jerry Maguire. Ya sea con discursos sentimentales o con la técnica del “¡Enséñame la pasta!” que hizo las delicias de Rod Tiwell, el personaje por el que Cuba Gooding Jr. ganó el Oscar.

Porque, como certifica el lema de Gold Players: “Hay equipo!”.