Veinte años de la plata de Antonio Peñalver en Barcelona

Veinte años de la gesta del hombre '10' del atletismo español. El 6 de agosto de 1992, Antonio Peñalver emuló a los grandes dioses del Olimpo, al conseguir la medalla de plata en decatlón, la prueba en la que elevó a la máxima expresión aquella frase de "correr, saltar y lanzar". El atleta murciano, que por aquel entonces tenía solo sólo 23 años, sacó a relucir una casta impropia de un atleta tan joven, pero a la vez tan inteligente y excelente competidor. Fue un coloso en el Estadio Olímpico de Montjuic, el super-atleta que conquistó una medalla que supo a oro.

El atletismo español nunca había tenido un especialista en pruebas combinadas que tuviera una cabeza fría, un temple digno de los mejores del mundo. Antonio Peñalver, que semanas antes había establecido un nuevo récord de España en su Alhama de Murcia natal con 8.478, se presentaba en esta competición con suficientes méritos para entrar en la lista de favoritos al podio. Su entrenador, Miguel Ángel Millán, había conseguido forjar a un campeón. Por fin España tenía ante si a un decatleta capaz de estar entre los grandes. Los Juegos de Barcelona eran entonces el mejor lugar para intentarlo, pero su juventud podrían ser su mejor arma o su peor enemigo.

La competición para el español fue impecable: comenzó con 11"09 en 100 metros lisos, que no era su mejor marca pero no estaba mal para empezar; en longitud comenzó a subir enteros en las apuestas, 7,54 metros; pero fue en peso, su prueba 'estrella', en la que siempre ocupaba los primeros lugares, donde se encaramó a los puestos de privilegio con 16,50 metros (el mejor de todos) ascendió al tercer puesto provisional y de ahí ya no bajó, sino que fue hacia arriba a medida que avanzaba la competición. En altura, otra de sus pruebas destacadas, logró 2,06 metros y cerró el primer día con 49"66 en 400 metros que le colocaban en esa tercera plaza con la que hacía soñar a toda España.

El segundo día fue la confirmación: las dos primeras pruebas, los 110 metros vallas (14"58) y sobre todo el disco (49,68 metros) le auparon a la segunda posición en detrimento del alemán Paul Meier (lider provisional el día anterior) que iba fallo tras fallo. En pértiga mantuvo el tipo con 4,90 metros, aseguró en jabalina con 58,64 y lo dio todo en la prueba final, los 1.500 metros (4'38"02) que, sin ser la mejor suya le permitió alcanzar la ansiada medalla de plata; por delante el checo Rober Zmelik, el mejor con diferencia y gran favorito ante la ausencia del estadounidense Dan O'Brien, que no compitió por su 'pinchazo' en los 'Trials' de selección estadounidenses. El tercero fue el otro americano, Dave Johnson.

Tras la prueba, a la que asistió el Rey, Antonio Peñalver pudo dar la vuelta de honor al estadio con las banderas de España y de Murcia, la primera vez que la enseña de las siete coronas y los cuatro castillos tenía la oportunidad de pasear por un estadio olímpico. Barcelona 92 lanzó al estrellato a un Peñalver que fue recibido por miles de personas en su Alhama natal. 

El murciano siguió compitiendo con el objetivo de revalidar la medalla en Atlanta 96, pero una serie de lesiones lastraron su preparación y acabó finalmente noveno. Puso fin a su carrera tras la cita estadounidense, para dar paso a otros proyectos. Finalmente, aceptó la propuesta de Miguel Cascales para convertirse en asesor de la concejalía de Deportes del Ayuntamiento de Murcia, cargo en el que estuvo hasta que Pedro Alberto Cruz, consejero de Cultura y Turismo, le 'fichó' para convertirse en el nuevo director general de Deportes de la Región, cargo que ocupa desde hace cinco años y que compagina con sus colaboraciones en transmisiones de atletismo, como en los Juegos Olímpicos de Londres 2012, donde se encuentra ahora mismo.