Ha sumado en este Tour su cuarta victoria en la ronda francesa. Y ha acariciado el triunfo en un par o tres etapas más. Además Alejandro Valverde ha sumado una victoria más en su ya larga relación con el Tour. Y lo que comenzó siendo una especie de debacle para los tres corredores murcianos –abandono de José Joaquín Rojas en la tercera etapa, múltiples caídas de Valverde y Luis León que no acababa de encontrarse a sí mismo–   ha terminado con un balance más que aceptable.

Pero hoy quiero dedicar estas líneas a Luis León Sánchez, el muleño Luisle, tan murciano como el que más aunque por correr en un equipo holandés esté más lejos de todos nosotros en lo físico, que no en lo sentimental. 

Luis León Sánchez comenzó el Tour de forma un tanto dubitativa. Sabía que no era el jefe de filas y que su misión era ayudar a Robert Gesink, el líder del Rabobank, pero sin que no pudiera aprovechar su oportunidad si es que se la presentaba.  Comenzó la carrera más preocupado por esquivar de la mejor forma posible las habituales caídas y, mientras tanto, agazapado esperando su oportunidad. Lo buscó en dos etapas anteriores a su triunfo, pero en una Vöckler le ganó por la mano y en la otra Wiggins le superó en los últimos metros. Pero a la tercera fue la vencida y fue en la etapa 14ª que, como las tres anteriores que había ganado (2008, 2009 y 2011), se la llevó en solitario, coronando una fuga, lo que ya tiene mérito. Volvió a intentarlo el pasado viernes día 20, pero Mark Cavendish le birló la victoria sobre la misma línea de meta. Y en la contrarreloj del sábado 21, la que de verdad decidía el Tour, se quedó en tercera posición, lo que supone una tremenda dosis de moral de cada a la prueba contrarreloj de los Juegos Olímpicos dentro de unos días.

Luis León llegó al Tour con 56 días de competición y lo acabará con 77, el que más de los198 participantes –junto al francés Hubert Dupont, del Ag2r La Mondiale, ya retirado en esta edición– y con nueve pruebas sobre sus piernas –Tour Down Under, Vuelta al Algarve, París-Niza, Volta a Catalunya, Vuelta a Castilla y León, Tour de Romandía, Tour de California, Dauphiné Liberé y Campeonato de España.

Pero parece que esos días y esas carreras no le han pesado demasiado. Ha estado bastante activo, sobre todo en estas últimas etapas, y ha buscado el triunfo de manera insistente hasta que al final lo ha encontrado. Además no ha decepcionado a nadie y el Rabobank, su equipo, está salvado la temporada gracias a él. Ganó una etapa en la París-Niza, dio una exhibición en Ávila en la Vuelta a Castilla y León, logró una doble victoria en Romandía, además de ser maillot amarillo, y revalidó su título, nada menos que el cuarto, en el Campeonato de España contrarreloj, lo que le convierten en el corredor español que más pruebas ha ganado este año junto con Joaquín ‘Purito’ Rodríguez.

A sus 29 años, ha renovado por dos años más con el Rabobank, que ha encontrado en el muleño un auténtico filón.