Vuelve el auténtico automovilismo. La Fórmula 1 en “estado puro”, como diría el gran lacayo de Fernando Alonso, el también asturiano Antonio Lobato. Y es que la carrera de este fin de semana ha sido fascinante en todos los aspectos, en todos salvo en los resultados de los españoles claro, que tendrán que seguir mejorando.

Atrás quedan ya esas carreras donde un solo piloto conseguía unas ventajas abismales con respecto a sus perseguidores. Donde su coche lograba más de un segundo de ventaja por vuelta sobre el resto. Y donde sus motores parecían los únicos diseñados para resistir toda la carrera.

Ya han pasado estos tiempos. Ya no tenemos un Michael Schumacher pulverizando títulos, ni un Fernando Alonso ilusionando españoles, ni siquiera un Sebastian Vettel batiendo récords. Ahora existe una igualdad absoluta entre muchos pilotos, de hecho, en las tres primeras carreras de la temporada hemos tenido tres ganadores diferentes: Button, Alonso y Rosberg, y el actual líder, el inglés Hamilton, ni siquiera ha conseguido ser segundo en alguna de ellas, lo que muestra la gran competitividad que se presenta este año.

Estas carreras con tanta emoción y suspense, me recuerdan a aquellas de principios de los 90, donde Senna, Prost y Mansell competían en una Fórmula 1 reñida, o más tarde aún, con Villeneuve, Hill, Hakkinen y un joven Schumacher disputándose los campeonatos.

La victoria de este domingo fue para el alemán Nico Rosberg, la primera de su carrera, consiguiendo además la pole. Esta carrera no la olvidará en su vida, pero estoy seguro de que no será su mejor carrera, porque a este joven de 26 años aún le quedan grandes proezas por escribir.

Sin embargo, las imágenes del gran premio lo mostraban claramente, pero por si no nos hemos percatado, los comentaristas nos lo han hecho saber: la carrera parecía un 'tren' donde cada vagón lo formaba un piloto y no había más de un segundo de separación entre ellos. Adelantamientos por dentro, por fuera, salidas de pista, remontadas increíbles y seis pilotos que han sido campeones del mundo en pista. ¿Qué más se puede pedir? Ahora realmente podemos decir que ha vuelto el Gran Circo de la Fórmula 1. Y tan solo estamos en el principio, por delante quedan 17 pruebas más.

Respecto a los españoles, poco que decir de Pedro De la Rosa, que ha cumplido su papel, terminando la carrera en el puesto 21 y superando a su compañero de equipo Karthikeyan. Sobre Fernando Alonso podríamos debatir profundamente sobre muchos aspectos, pero hoy ha quedado claro que le falta velocidad punta a su Ferrari. Si adelantara a sus rivales en las rectas, no tendría que arriesgar tanto en las curvas, y no se hubiera salido de pista.

La próxima prueba será el 22 de abril en Bahréin. Allí continuará la emoción.