A pesar de que el UCAM Murcia no asistió a la Copa del Rey, la Región no estuvo ausente de este acontecimiento. Para el baloncesto nacional ‘la Copa’ es uno de los eventos más importantes del año, y Murcia, como ciudad ‘ACB’, no podía estar desconectada del mismo.

Este año se presentaban varios partidos interesantes; exceptuando el Barcelona Regal, los cuartos de final estaban salpicados por rivalidades regionales. Andaluces, vascos y madrileños se enfrentaban por una plaza en semifinales, con el fin de convertirse en el primer equipo de su comunidad en ‘la Copa’.

Varios fueron los equipos que dieron la sorpresa al meterse en el torneo: Lucentum, Lagun Aro y Fuenlabrada eran los novatos de este año. Muchos jugadores se estrenaban en este bonito torneo. Para el recuerdo queda la imagen de Ferrán Laviña, todo un veterano en esta competición, tirando el balón fuera de banda a falta de pocos segundos para que entraran los jugadores de la cantera, inéditos en el partido que perdieron contra el Real Madrid.

Ni Lucentum Alicante, ni Lagun Aro pudieron con los cabezas de serie, algo que si hizo el Banca Cívica de Sevilla (mi apuesta personal). A pesar de tener a Paul Davies mermado, el equipo de Joan Plaza se deshizo de un Unicaja de Málaga en horas bajas y preocupantes.

Las semifinales se antojaban apasionantes; un clásico de la última década, Baskonia-Barcelona y un duelo con morbo en los banquillos R.Madrid-Banca Cívica. El equipo de Dusko Ivanovic dio la cara durante todo el encuentro: Prigioni rejuvenecía por momentos y Fernando San Emeterio hacía las funciones de líder de equipo junto a Mirza Teletovic. En el Barça sólo había un nombre propio, Erazem Lorbek.

Con Juan Carlos Navarro desaparecido (se marcó el peor partido que recuerdo), el jugador esloveno se erigió como el soporte vital del equipo catalán. El Baskonia aguantó al actual campeón hasta que Xavi Pascual reorganizó sus filas y ordenó defensa: El partido se acabó en ese mismo momento.

El Real Madrid se deshizo del Banca Cívica de Sevilla con una pareja interior inesperada: Felipe Reyes y Nole Velickovic realizaron un gran final de partido, una sociedad cerrada que se auto-alimentaba de puntos y asistencias.

La final fue la esperada por todas las casas de apuestas: Real Madrid-Barcelona Regal. El partido comenzó con un protagonista inesperado; Sergio Llull salió enchufado y anotaba desde todos los sitios y de todas las formas posibles (futuro MVP). El Barça no reaccionaba a la inspiración de los exteriores del R.Madrid, y con la lesión de Eidson el panorama no era muy propicio.

El equipo blanco se vistió de azulgrana y defendió con más intensidad. Sus interiores se ‘pelearon’ por el rebote defensivo y consiguieron asegurar su zona, una de las armas de su rival. Sin embargo, fueron los exteriores los que decantaron la balanza para el equipo merengue. Un renovado Carlos Suárez podía con Pete Mickeal y con Chuck Eidson en la pintura, y Jayce Carroll se vistió de Juan Carlos Navarro para anotar desde la línea de 6,75 en los momentos calientes.

Pablo Laso venció el duelo de entrenadores y Sergio Llull ganó su primera Copa como MVP con canastas para el recuerdo. El Torneo llegó a su fin con la tristeza del equipo que jugaba, prácticamente, en casa y la alegría de los aficionados que se desplazaron desde Madrid. 

Un año más las aficiones pusieron el color y la voz en las gradas, mientras que los equipos se dejaban todo lo que tenían en la pista. La organización podría realizar un concurso de mates y triples en los días previos a la realización de este evento, así el espectáculo sería completo.