Es lo que tiene ser caótico, que uno no sabe priorizar. En mi caso, tengo probado que cuando me acuerdo de algo debo hacerlo al instante, de lo contrario corro el riesgo –como sucede casi siempre- de recordar lo que no he hecho cuando ya no hay manera de llevarlo a cabo. Me explico. Es lo que me pasa con estas colaboraciones que tan gentilmente me permite murciatododeportes.com. Pienso en basket, hablo de basket, pero cuando llega el momento de pasar los pensamientos al papel, me disperso. Despiste, vagancia, retardo, llámenlo “equis”... Todo responde al mismo problema (confesable) de siempre: la inconstancia. Y así están las cosas y así se las hemos comentado, que diría aquél.

Después de cumplir pública penitencia, voy a lo mío. El UCAM Murcia está ahora mismo penúltimo en la clasificación de la Liga Endesa tras encajar dos derrotas seguidas, las dos en casa. Primero Obradoiro y luego Baskonia se llevaron el partido con menos problemas de los previstos, en especial los gallegos.

El equipo de Moncho Fernández destrozó a los nuestros en un segundo tiempo para olvidar y terminó ganando por 25. Hasta el descanso las espadas estuvieron en todo lo alto, pero el mal arranque en la reanudación fue un lastre insalvable para los locales, que terminaron vagando por la pista y ofreciendo mala imagen. No era un partido para perder y se perdió, por cumplir con eso de que Obradoiro es un equipo “de la Liga” del UCAM Murcia. Por esa misma regla de tres, caer contra Caja Laboral no debería ser tan grave, pero el hecho de no haber cumplido las expectativas en la jornada anterior obligaban a luchar por la victoria. Ante un rival, además, con bajas más que sensibles.

Y eso que en el último partido las cosas parecían bien encaminadas. Con Joseph Franch espectacular en ataque, viendo el aro con fluidez y haciendo gala de su habitual descaro, y una buena defensa sobre los hombres altos del “Comandante” Dusko Ivanovic, llegaron las ventajas, incluso cuando el joven base catalán descansaba a favor de un mermado Andrés Miso. Pero llegó el temido intermedio. El ritmo endiablado de la primera parte había desaparecido y la defensa de los vascos se cerró mejor para evitar la alegría de Franch. Imagino que la bronca del técnico balcánico a los suyos en el vestuario surtió efecto.

Oleson, protagonista del parcial de 0-9 que metió a los vitorianos en la pomada, y el veterano Pablo Prigioni habían decidido jugar a eso de lo que saben tanto. Por su parte, el UCAM Murcia sufrió de nuevo, como en la jornada anterior, un auténtico cortocircuito. El parcial del tercer cuarto es explícito: 11-23. El golpe fue demasiado para los de Guil, que perdieron la intensidad en defensa y la efectividad de cara al caro.

¿Causas?. En mi modestísima opinión, varias. La primera, el equipo ha puesto su destino en manos de un Franch que ahora mismo está demasiado solo. Con Rivero lesionado y Miso entre algodones se echa en falta un director de juego. Las variantes probadas (frente a Obradoiro se alternaron a ratos Grimau y Jasen) sólo son una solución de emergencia, no una opción permanente para la dirección del equipo. Corro el riesgo de que alguien me llame ventajista al leer estas líneas pero, believe it or not, escribí lo dicho antes sin conocer el fichaje de Marko Popovic, flamante incorporación del UCAM Murcia ante su plaga de lesiones. Vamos, que ni voy de “listillo” por la vida ni me las quiero dar de adivino. Tan sólo era una reflexión basada en lo evidente, que doctores ya tiene la Iglesia. Espero que el nuevo “hombre de rojo”, que viene avalado por muy buenos números de la Liga serbia, sea de ayuda.

Por seguir esgrimiendo razones, Matt Walsh no ha solucionado los problemas de anotación del UCAM Murcia. Fichado como relevo del lesionado –y desdibujado Kurz- el ex de Manresa ha jugado 23 minutos de media en los tres partidos en que ha vestido la camiseta universitaria, con 6 puntos de promedio. A primera vista parece que va a necesitar algo más de tiempo para acoplarse al grupo y a lo que quiere su entrenador de él, que resumo en más productividad en puntos y mucho sacrificio en defensa, que no parece su fuerte.

Tendrá una nueva oportunidad de reivindicarse en Alicante, donde espera el equipo revelación, Lucentum. Con ocho victorias ya en la mochila, los vecinos han hecho gran parte de los deberes de la temporada. Pese a sus problemas económicos, la escuadra alicantina ha demostrado ser más mucho más que Kyle Singler, el americano que contribuyó a las primeras victorias. Porque a pesar de la marcha del “querubín” al Real Madrid, las victorias han seguido llegando.

Las visitas a Alicante han tenido de todo. No sería noticia volver a Murcia con victoria, a pesar de lo que pueda decir la tabla clasificatoria a priori y el último precedente, que fue para olvidar. Hacerlo y luego dar cuenta de Estudiantes en la jornada entre semana (miércoles a las 20 horas) permitiría tragar las uvas sin atragantarse. Se ha producido una maniobra que debe ayudar a mejorar, la contratación de un base. Ojalá la llegada de otro director de orquesta se traduzca en un UCAM Murcia menos desafinado.