Vergüenza ajena, pena, incredulidad… Estos son algunos de los sentimientos que se despertaron en mí escuchando las palabras que Sutil dirigía a su afición unas horas después del choque.

El futbolista grana aprovechó los últimos minutos del partido para reírse del rival. Hasta ahí, nada que no hayamos visto en un campo de fútbol otras veces con más o menos descaro. Lo que sí es la primera vez que veo es a un futbolista reconocer con orgullo que se ha reído de un contrario. Es más, “lo hice por vosotros”, precisó este artista de la palabra. Le faltó rematar la frase con un: “a mí lo que le pase al Cartagena me la suda pero si vosotros sois felices así…”. 

Para aficionados como yo el fútbol es sólo lo más importante, dentro de las cosas poco importantes de la vida, pero para los que viven de esto es su pan y el de su familia, y reírse de ellos sobre el césped está muy mal visto, pero hacerlo tras pasar por la ducha, micrófono en mano y con una cámara de televisión delante es de tener un coeficiente intelectual bastante por debajo de lo normal.  El chico éste, murcianista desde pequeñito supongo, se ganó el pasado domingo el aplauso más fácil de su carrera deportiva, pero aún no es consciente de que ha perdido algo mucho más importante, el respeto de sus compañeros de profesión. Su inteligencia no le da para entender este hecho y espero por su bien que algún entrenador, capitán, representante, familiar o amigo sepa explicárselo de tal manera que lo comprenda. No será fácil por lo que veo…

También me gustaría que alguno de los periodistas que intentan justificar a este payaso se imagine a un compañero de la competencia riéndose de él en público por haber cometido una errata en el titular de portada del periódico el día con más ventas del año. Me gustaría ver si en este hipotético caso llamarían al tipo en cuestión “cretino” o lo justificarían diciendo que “son cosas normales de la competencia”. ¿Alguien tiene dudas? Yo no…

Ah , se me olvidaba… Enhorabuena al Real Murcia y a su afición por la victoria en el derbi. Polémicas aparte, fue un gran partido.