Enhorabuena al UCAM Murcia, segundo partido en casa ante un rival de los llamados esta temporada a estar en puestos de play off y que en la capital sevillana está ilusionando por fin para hacer grandes cosas. 

El UCAM se encontró un partido de esos de los que se dice que hay que 'poner el toldo', porque no sabes las que te pueden meter. Pero el equipo se puso el mono de trabajo y con muchísima fe supo remontar y ganar un duelo que llegó a perder por 17-32, con un Augustine (11 puntos y 24 de valoración) inmenso y con Kurz y Franch que permitieron de una vez a la afición ver lo que se espera de ellos.

La próxima semana visita a un campo súper difícil como es Bilbao y recibe en el Palacio de los Deportes al Fuenlabrada, rival directo por la permanencia y al que históricamente la pista murciana se le ha dado muy bien. Esperemos que esta vez no sea así y se quede la victoria en Murcia.

Esta noche del domingo, que es cuando escribo este artículo, estaba con mi novia en una cafetería del centro de Murcia y me dice: “Cariño, ¿has visto esto? Léelo”. Era un artículo de La Verdad del domingo, firmada por Enrique Rubio, y titulado "Júver Basket in memoriam”. Cuando lo leí me quedé perplejo. Empieza con la nostalgia de ver los partidos en el Príncipe de Asturias y seguía con una serie de cosicas, como diríamos en Murcia, que yo no sé si las escribe porque está enfadado con alguien, ha tenido una mala noche con pesadillas o yo qué sé, pero es una falta de respeto hacia las personas que trabajan en el club.

Enrique, demuestras con tus palabras ser un auténtico especialista en broncas y te desahogas contra una persona que, como tal, se puede equivocar. Después le das caña a todo lo que se mueve, y te detallo: llamas al Palacio de los Deportes “macrodiscoteca garrula y esperpéntica". Debe ser que las conoces bien.

Siguiendo con tu crónica, y esto me parece muy grave -desde cualquier asociación de mujeres sería motivo de llamarte al orden- llamas "lascivas" a unas chicas que, con toda la ilusión del mundo, hacen lo que más les gusta, que es bailar y animar al personal. Según el diccionario de la Real Academia Española de la Lengua, lascivo/a se refiere a "persona que posee un marcado apetito carnal, en especial sexual". Muchacho, qué falta de respeto me parece esto. 

Arremetes contra Manolo Búnburi, que así se llama el 'speaker', diciéndole chabacano y pobre hombre que hace todo lo que él cree conveniente para animar al personal, y también le atizas al club, sí, al club, porque esas personas trabajan para que tú veas baloncesto todos los domingos -y no sé si pagas o entrarás con un pase de prensa-. 

Los animadores, las bailarinas, la gente del club en general, trabaja para entretener a la gente, y te tengo que dar la razón en que la afición de Murcia es más fría que la medalla de Drácula. También tratan de recaudar un dinero con esas diferentes acciones que se comprometen con los sponsors. ¿Para qué? Pues para que tú puedas ver baloncesto todos los domingos en el maravilloso Palacio de los Deportes, que no cae el dinero por la chimenea, y no para que llames a las personas que salen bailando con las cheerleaders gordos y gordas, acción que me pareció muy original y graciosa, porque lo que se trataba es hacer reír a la gente y pasárselo bien, pero no eran gordos ni gordas, se vestían de cheerleaders imitándolas ¿Y lo bien que se lo pasaban? 

Daba gusto verlos, ya que de eso se trataba, de hacer unas risas, que para una persona que anda toda la semana luchando para ganar un duro, está bien hacerle pasar un rato agradable en un partido, que estos no son de concierto de mechero y luces apagadas.

Te propongo que, si tanto te gusta el Príncipe de Asturias, hables con el alcalde y pagues la ampliación del mismo y lo adecuen con las comodidades necesarias. Seguro que don Miguel Angel Cámara y don Miguel Cascales, alcalde y concejal de deportes del Ayuntamiento de Murcia, no te pondrán ninguna pega para que financies las obras.

También te propongo que, para no aguantar los sorteos a pie de pista, a las cheerleaders, al speaker, los cumpleaños de los socios, a la mascota y a lo que llamas ocurrencias casposas (no creo que lo digas por mí, que estuve trabajando en el Club Baloncesto Murcia 17 años de los cuales los tres últimos los pasé en el departamento de marketing y a mí se me ocurrían alguna de esas cosas que tanto odias, porque casposo es de caspa y yo de eso no tengo porque ¿sabes qué? soy calvo, qué le vamos a hacer, los que hay ahora sí tienen pelo pero que yo sepa caspa no les vi nunca), apreciado y desconocido para mí Enrique Rubio, que para que no sufras tanto y te pongas de los nervios, te quedes en tu casa los días de partido y que lo veas por televisión con una música clásica de fondo, con unas patatas fritas y un refresco o cerveza y ya veras qué tranquilidad y qué paz.

Eso sí, los partidos de la NBA no se te ocurra ir a verlos al pabellón porque ibas a pillar un disgusto enorme. De todas formas, puedes escribir a la NBA y mostrarles tu enfado como has hecho en tu artículo.

Al resto de los sufridos aficionados que tengáis una feliz semana y que, como siempre -y a ti también, Enrique-, que Dios os bendiga.