Usted, lector digital, me reconocería al primer vistazo. Sus ojos, en vez de buscar otras firmas, otros estilos y otras metáforas, buscarían mi fotografía justo en la categoría de ‘Columnas’ de MurciaTodoDeporte. Conocería a mis padres y mi lugar procedencia. 

Echaría un rápido vistazo al artículo de Pedro Fernández para dedicarle tiempo al mío nada más abrir el ordenador. Mucho antes que las ‘Columnas desde Hong Kong’ de José María Díaz. Incluso, en una supuesta escala de columnistas, me situaría justo por debajo de Juan Antonio Calvo, Juan de Dios Martínez y José F. Galiano. 

Tendría -cómo decirlo sin ofender a nadie- referencias. Sabría decir a su compañero de trabajo si soy murciano o cartagenero, ceheginero o caravaqueño. Ex jugador del CB Murcia o eterna promesa de ElPozo Murcia. Diría en voz alta: “A éste le conozco. Coincidí con él en Maristas y siempre me pareció un auténtico...”. 

Quiero decir, que si yo me apellidara -por poner un ejemplo- Avilés, mi firma aparecería más lustrosa. Pero reconozco que, en términos generales, he sido un desastre como estudiante y un periodista poco comprometido. Hoy día, sólo aspiro a ser leído y, por supuesto, ‘retuiteado’. Pero, seamos francos, no nos conocemos. Aún así, búsqueme en Twitter, soy .

Debo confesarles que, en esta ocasión, me esforzaré para robarle unos segundos a la ‘Minoría absoluta’ de Alejandro F. Romero. Si bien, todavía no pienso airear mis intimidades aquí. Al menos, no tan pronto. Sería como tratar de meter la mano en la entrepierna de una chica que no se deja besar en la boca, que diría Rob Fleming, protagonista de 'Alta Fidelidad'.

En esta columna, intentaré travestirme de analista de baloncesto para juzgar la temporada del Ucam CB Murcia en mi estilo. Es decir, a aro pasado. Un disfraz de ‘experto ACB’ que también luzco con carácter semanal cada martes en Popular Televisión Región de Murcia, pasadas las 21.30 horas junto a Manuel Souto en el programa “Popular Deportivo”. 

Aquí realizaré análisis de domingo por la mañana en los que la Churrería Victoria de Puente Tocinos se convierte en mi iglesia de barrio para, a las 12.30, peregrinar al Palacio de los Deportes y sentarme justo detrás del banquillo de Luis Guil.

En el palacio comparto asiento junto a mi hermano, David Fuentes. Quien, por cierto, acaba de publicar en mi muro de Facebook la siguiente sentencia: “El Ibex se hunde y nosotros nos enamoramos”. Cita a Rick Blaine en París, cuando aún estaba lejos de Casablanca. 

Él es mejor analista que yo, como todos mis compañeros de asiento. Sólo que a mí me han dado voz, y eso que no tengo el carnet de periodista –aunque sí la licenciatura-. En resumen, intentaré relatar las memorias felices de mi asiento situado en la grada norte: pista 8, fila 6, asiento 19. 

Por cierto, accedo al Palacio por la puerta número 5 y, como ya saben, realizo análisis a aro pasado. Esa es mi carta de presentación.