El Eurobasket ha cerrado sus puertas con España cumpliendo como máxima favorita. Francia ha presentado sus credenciales para los juegos olímpicos y Rusia ha realizado un buen campeonato, a pesar de que no ganó a ningún equipo 'de peso'. Sin embargo, un equipo brilló por encima de los demás, y la historia los dejó sin su merecida medalla.

El campeonato será recordado internacionalmente por la culminación de una generación, que se ha puesto a la altura de la antigua Yugoslavia. España ha repetido el título conquistado en Polonia en el 2009, algo que no ocurría desde los años 90. No obstante, dentro del brillo de este equipo se ha colado un pequeño país. 

Macedonia llegó a Lituania en autobús, con la ilusión de disfrutar del Eurobasket todo lo que pudiera. Sin embargo, tras la derrota con Montenegro, el equipo liderado por McCalebb enlazó un serie de victorias que catapultaron a su equipo hacia la segunda fase del campeonato. Solamente Rusia, con un triple ‘in extremis’ de Khryappa, fue capaz de apartar a Macedonia del primer puesto de su grupo, que a la postre sería peor.

McCalebb, al que le han dedicado un mural en Skopje gigantesco, junto con Illiesvki y Antic han llevado a Macedonia hasta el cuarto puesto. Debería haber sido tercero, de un Eurobasket, algo impensable cuando empezó el campeonato. El base, nacionalizado estadounidense, ha brillado con luz propia en este torneo, además de anotar, como se esperaba de él, junto con Illievski, ha convertido a un equipo de jugadores correosos en un equipo excepcional. Todo el mundo aportaba su granito de arena. Han demostrado que la generosidad y la solidaridad son sus principales armas.

El partido que enfrentó a Macedonia con España ha sido, para mi criterio, el mejor que se ha visto dentro del Europeo. El combinado español, en teoría superior, tuvo que desplegar su máximo nivel para poder doblegar a una selección que jugaba como un bloque. Daba igual el jugador que saltara al campo, pues siempre mantenía el mismo nivel que el anterior, o incluso lo superaba. Sin embargo, McCalebb, que no sabía dónde estaba Macedonia antes de nacionalizarse, se ve cómo un jugador diferente a los demás. 

No obstante, el jugador que ha marcado las diferencias en el torneo ha sido la ‘bomba’ Navarro. Ha demostrado ser un hombre, no un niño, como dijo el legendario Larry Bird. Con tres partidos antológicos, cuartos, semis y final; ha conseguido el ‘NVP’ del torneo. Para el recuerdo quedan los terceros cuartos de este jugador, que han sido un festival de anotación desde todas las zonas y maneras posibles.

El tiempo de las selecciones nacionales se ha cerrado por el momento. Ahora empieza la temporada para los clubes, que pueden completar sus plantillas con jugadores que han revalorizado su situación gracias a este campeonato. Antic, ala-pívot del equipo macedonio, ha demostrado ser un jugador válido para los grandes de Europa, posiblemente lo veamos en la próxima edición de la Euroliga.