Peor imposible. El inicio de Liga del nuevo F.C. Cartagena no ha dejado nada positivo, al menos yo no he sabido encontrarlo. Tras 180 minutos de competición oficial sigo sin tener claro a qué vamos a jugar este año. Sí, al fútbol, vale, pero… ¿Cómo? ¿Pretendemos ser un equipo que base su juego en la solidez defensiva? ¿La intención es controlar la posesión de balón y buscar los espacios con paciencia? ¿Vamos a apostar por los balones en largo al delantero en busca de una segunda jugada? ¿Basaremos el juego ofensivo en ensanchar el campo y buscar centros desde las bandas? Cualquiera de estas opciones puede dar resultado si se trabaja bien, pero si el problema es que el entrenador aún no sabe cuál es la mejor de ellas en base  a los jugadores que tiene, eso ya me preocupa más incluso que los malos resultados. Y yo, por lo menos, no tengo ni idea aún de cuáles son sus intenciones.

La sensatez transmitida por Paco López desde que ha llegado al club generó bastante confianza, pero cuando ha habido que transformar las buenas intenciones en hechos, sigo sin ver nada de su mensaje futbolístico. Vale, aún es pronto, pero al no se tratarse de un técnico  que conozca y que pueda recurrir a su historial, se entenderá que mis dudas sean mayores. Quizás el señor Quirantes esté más tranquilo porque lo conoce bien y sabe lo que puede dar de sí, al igual que yo lo estaría más con Fabri, Jémez o Juan Igancio, pero sólo porque los conozco y sé que a ninguno de ellos les viene grande la Segunda División, tal y como han demostrado. En el caso de Paco López, aún está por ver.

Sobre la afición, nada que reprocharle, salvo el hecho de tener que seguir aguantando a aquellos que silban al equipo antes de que acabe el partido. Estos ‘quemasangres’ deberían de saber que pitar a sus jugadores con 0-1 o 0-2 no es la mejor manera de ayudar y propiciar una remontada. Algunos no pecan de exceso de juventud precisamente, así que no pueden excusarse en eso. Hasta los gritos a favor de Víctor, pese a ser más que justos, deberían de reservarse para el final. Podrían afectar a algún jugador albinegro que pretenda intentar hacerlo olvidar con juego y goles…  Y de eso se trata, de que lo intenten con todas sus fuerzas y no bajen los brazos.

En defensa de quienes corearon al ‘Chingu’ durante el partido diré que muchas veces es el corazón el que manda y, acordarse de él cuando tu equipo no ha sido capaz de marcar un gol en dos partidos e incluso ha fallado un penalti, es inevitable. Lo que sí se pudo evitar en su día fue su marcha. Y ésta, sí que se supone que fue una decisión tomada con la cabeza y no con el corazón. Una persona creyó que no renovar al que era, sin discusión, el mejor jugador del Efesé en su corta vida en Segunda División, era lo mejor para el club. Maldita casualidad que la única persona convencida de esto era el que mandaba y aún manda en la parcela deportiva. 

Ahora, los aficionados al Cartagena y al buen fútbol nos tenemos que conformar con buscar los videos de los golazos que marca en el C.D. Leganés para seguir disfrutando un poquito de su juego. Pinceladas desde la distancia que alegran pero remueven las entrañas de los aficionados como yo, conscientes de que él quiso quedarse y fue el club el que lo despreció.

No obstante, que nadie se confunda, lo que me transmite el Efesé en este inicio liguero son “muchas dudas”  en su juego. Y afortunadamente, si algo tiene el equipo aún es tiempo de reacción. Así que, paciencia con este entrenador y con la plantilla, y no saquemos las pistolas todavía que esto acaba de empezar...